Anduve revolviendo calendarios
en un empecinado intento
de descubrir regularidades
en mis reestrenos de ausencias.
Nada. Ni rojos, ni negros
ni años pares o impares
ni bisiestosni de eclipses solares o lunares.
Se dan porque se dan.
Algunas las impulso
las empujo y dejo en ello tristezas que no nombro.
De todos modos, ésas se anulan con dos palabras
una llamada
un movimiento hacia
porque no se plantean en los corazones. Jamás.
Otras se van volviendo definitivas
y no hay para ello domingos ni feriados
se construyen de constancias.Y en ésas he dejado reclamos desoidos.
Ana (Recién otoño)
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